Monday, November 20, 2006

Aplicaciones del libro: “La tierra explota, superpoblación y desarrollo de Giovanni Sartori y Gianni Mazzoleni” en el caso Ecuador.

Por Marcel Gross

Un reporte de la WWF[1] (Worldwide fund for nature) en su “living planet report 2006” que se hizo público a fines de octubre, nos dio un golpe de realidad, los humanos están consumiendo recursos en un exceso al 25% de la capacidad de la tierra para regenerar esos recursos.
Esto es un tema que nunca ha pasado de ser más allá de una preocupación que se discute cada vez que se derrama combustible en las Galápagos o se sobrecalienta Paris y haya algunos muertos de por medio.

En el nuevo libro de Sartori, que nos tiene acostumbrados a sus reflexivos libros sobre Ciencias Políticas y las relaciones humanas en constante lucha de poderes, nos ilustra el problema ambiental desde una óptica controversial, especialmente en nuestro país, donde las críticas a la religión católica generan posiciones inflexibles de lado y lado.

Sartori nos propone el problema de la pobreza, hambre y contaminación desde un árbol de problemas dónde la superpoblación se encuentra en el núcleo.

Encontramos un apoyo a la tesis de Sartori por Paul Ehrlich (1968) en su libro “Population Bomb” que explicaba el impacto ambiental del hombre por 3 factores básicos: el número de habitantes de la tierra multiplicado por la renta per cápita de estos habitantes (que se traduce en cuánto pueden consumir) que a su vez es multiplicado por el nivel de tecnología (que hace más fácil el consumo).

En la actualidad el planeta tiene cerca de 6.560 millones de personas y la tierra ya comienza a sentir los efectos de la sobrepoblación en el efecto invernadero, la disminución de grosor de los casquetes polares, la reducción del tamaño de los nevados, la pérdida de la capa de ozono sobre el polo sur, entre otras.

En el año 1500 éramos 500 millones de personas, hasta 1900 llegábamos a 1.600 millones de personas, en 100 años hemos cuadruplicado nuestra población y según una proyección de las Naciones Unidas con tasas de crecimiento poblacional de 1992 en el año 2150 (en cinco generaciones más) llegaríamos a 694.000 MILLONES DE PERSONAS. Cada año nacen la totalidad de 2 poblaciones de España, 84 millones al año.

Según la FAO (Food and agriculture organization of the United Nations) en el año 2004 el mundo tenía a 863 millones de personas[2] en condiciones de subnutrición y para el año 2025 se vaticina que 2000 millones de individuos no dispondrán de agua bebible.

El postulado lógico sería la disminución de la cantidad de bocas que consumen recursos y esto nos lleva lógicamente a los cánones religiosos que se imponen en la encíclica Humana Vitae del papa Juan Pablo VI en 1968 donde la contracepción se vuelve un pecado mortal (no venial).
Esto empujó a que se haga un bloqueo de la educación sexual y su relación con los anticonceptivos.
Con las imágenes de tantos niños desnutridos, de mujeres que mueren de abortos clandestinos y las cifras del SIDA (40 millones)[3], poner obstáculos o impedir el uso masivo de preservativos es francamente criminal.

Esto nos lleva a la actualidad en el Ecuador, desde hace algún tiempo, se está haciendo campaña en contra de los anticonceptivos de emergencia, como el caso del Levonorgestrel[4] más conocido con el nombre Postinor2 y en la actualidad el debate sobre la ley orgánica de Salud.

Es de suma urgencia a favor de la salud reproductiva de los ecuatorianos que se decidan por políticas de salud pública que favorezcan ante todo el bienestar de las personas, evitar jugar con la salud como botín de coyuntura política y definir soluciones concretas a los problemas de embarazos en niñas, al contagio de enfermedades sexuales y a la educación sexual entre otros.

Tenemos que dejar sustentaciones basadas en la fe y poner los pies en la tierra para ver la realidad sin vendajes religiosos.
Por eso me remito al editorialista del diario El Universo Emilio Palacio que escribió el día domingo 19 de Noviembre del 2006 la columna de título: “La verdad os hará libres”.
Se menciona sobre las dudosas pretensiones políticas de ciertos individuos para ganar notoriedad olvidándose de la verdad, que es lo indispensable para los que creen en la fe, para los que creen en la vida y para los que creen en la democracia.
Finalmente se desmitifica las distorsiones de una supuesta legalización del aborto, de una absurda “obligación” de los médicos para practicar el aborto y de una supuesta concepción promiscua del sexo entre los jóvenes.

Estos autores nos ponen a reflexionar acerca de teorías de la población, su control y su estudio y nos hacen ver afuera de nuestras fronteras imaginarias, la interrelación que existe en el mundo y cómo el aleteo de una mariposa en Ecuador puede en realidad causar un tsunami en el Japón, cada acción tiene su reacción ya que en la biosfera no existen fronteras.




[1]http://www.thestar.com/NASApp/cs/ContentServer?pagename=thestar/Layout/Article_PrintFriendly&c=Article&cid=1162034469830&call_pageid=968256290204
[2] http://www.fao.org/es/ess/faostat/foodsecurity/Files/NumberUndernourishment_en.xls
[3] http://hivinsite.ucsf.edu/global?page=cr-00-01
[4]http://www.drugdigest.org/DD/DVH/Uses/0,3915,743%7CLevonorgestrel+Emergency+Contraception,00.html

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